En ocasiones las estructuras presentan patologías que reducen sensiblemente sus resistencias.
Daños ocasionados por el agua, el fuego o simplemente agresiones mecánicas, hacen imprescindible el refuerzo del hormigón para garantizar su funcionalidad.
En otras ocasiones, las estructuras terminan teniendo un uso distinto para el que fueron originalmente calculadas y necesitan un aporte en su resistencia.
En GEORA realizamos refuerzos de estructuras con los sistemas más contrastados del mercado.
Refuerzos con fibra de carbono.
Tanto en su versión en textil como en laminados, realizamos refuerzos estructurales con fibra de carbono a cortante o a flexión. Recibidos al soporte con morteros o resinas en base epoxi, se consiguen uniones capaces de soportar enormes esfuerzos. Su ligereza y resistencia hacen de este tipo de refuerzos uno de los más habituales y eficientes. Además cuentan con la gran ventaja de ofrecer un gran aporte de resistencia con un volumen muy reducido de material.
Refuerzos con platabandas metálicas.
Su facilidad de instalación y su buen comportamiento a fuego, hacen de los refuerzos estructurales con platabandas metálicas una excelente solución. Suelen ir fijadas mecánicamente al soporte a reforzar y se suministran a obra en piezas presoldadas que posteriormente se acoplan bajo la estructura.
Sistemas metálicos preformados.
Básicamente consiste en montar una subestructura bajo las viguetas del hormigón. Tras los sellados oportunos se rellena con mortero de alta resistencia sin retracción consiguiendo la acción monolítica.
No necesitan soldaduras. Las uniones se realizan con tornillería y todas las piezas y elementos del sistema están prediseñados antes de su puesta en obra.